Dos desplomes marcan los límites imaginarios del otoño posmoderno. En julio de 1972 el complejo residencial “lecorbusiano” de Pruitt-Igoe, construido en Sant-Louis por el arquitecto Minoru Yamasaki, se hace estallar a petición de sus habitantes. Casi treinta años después otro derrumbe, el de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, del mismo arquitecto, se configura como un nuevo momento de ruptura histórica.
Este libro es una investigación sobre la crisis de la metrópolis y el imaginario de una época que, en las transformaciones de sus ciudades, lee su inexorable declive. El destino del mundo contemporáneo parece oscilar entre la descripción de una distopía catastrófica en marcha, llevada a cabo por filósofos y urbanista, y también por novelistas y cineastas, y la voluntad de los artistas de hallar un melancólico refugio en heterotopías urbanas de vario tipo potencial.